Esas cosquillas que siento en el estómago antes de un partido importante, el hecho de ver a tanta gente en la grada, mirándome y mirando a mi equipo, apoyándonos y animándonos, ese triple que ansiamos meter en el último segundo, esa sensación de impotencia cuando vamos perdiendo, y sé que no puedo hacer nada desde el banquillo... Esa estúpida lesión, la cual me duele, pero por la cual no estoy dispuesta a renunciar a un gran partido...
Todas esas cosas son el baloncesto, ¿un deporte? No, simplemente mi estilo de vida. Yo elegí esto y lo volvería a hacer, ¡mil veces más! Porque cuando salgo a pista me olvido de mi vida, de mis problemas, del colegio, ¡de todo! Sólo pienso en dar lo mejor de mí misma, enorgullecer a mi familia, a mis amigos, a mi equipo y a mis entrenadoras...
He dedicado mucho tiempo de mi vida a esto, y espero poder seguir haciéndolo...
I LOVE THIS GAME!